
La historia del publicista que dejó Pepsi en Nueva York por un paupérrimo pueblo de Zimbabue para ser feliz
Esto es como lo del monje que vendió su ferrari. Mola, aunque no estoy de acuerdo con ese odio irracional hacia las ONGD's. Creo que, si este hombre de verdad ha llegado a la "sabiduría", debería relativizar más las cosas. Dice cosas como: “La comunicación de los gobiernos, de las empresas y de las ONG también están basados en mentiras y exageraciones para conseguir votos, ventas, dinero para programas caritativos”.“El problema es que las ONG están siempre supeditadas a las empresas concentradas sobre las campañas publicitarias y a menudo los proyectos varían dependiendo de lo que su target [público objetivo o donantes potenciales] requiere”. Se olvida de que no todos somos Intermon Oxfam y de que muchos nos dedicamos a cosas más concretas, más pequeñas y más especializadas (lo que hace que nuestra labor sea más coherente).
Aquí dejo un enlace al código de imágenes de las ONGD (este es el elaborado por la Coordinadora de ONGD de Euskadi, pero todos se basan más o menos en lo mismo). Efectivamente, no se puede ni se debe poner cualquier imagen, pero eso es algo de lo que las ONGD's llevan hablando desde 1989 en toda Europa.